A mitad de
camino el coche emitió un sonido que no había escuchado nunca, algo parecido a
una espada láser acoplándose a una radio desintonizada -muy chungo-. La
velocidad fue aminorando hasta que el coche de Sara quedó parado en el arcén,
fue entonces cuando una de las señales de la gasolina combustible se encendió y
una voz femenina, concretamente la de Cher, advirtió desde los altavoces: Su vehículo ha sufrido un desajuste fatal.
Desajuste fatal. Por favor, póngase el chaleco. -un compartimento se abrió escupiéndole
un chaleco reflectante al a cara. Era agosto, Alicante, tres de la tarde. Relájese, por favor.
Salió del
vehículo con el chaleco sobre uno de sus hombros, el aire acondicionado del
coche la había protegido de los 38 grados del exterior, donde la esperaba el
asfalto humeante. Sacó su teléfono móvil:
- - Hola, Cher.
- - Dime, preciosa mía.
- - No voy a llegar a la
reunión de evaluación, por favor, clasifica a los alumnos según sus
calificaciones y suspende a los que se hayan quedado los cuatro últimos. A Juli le pones un 10.
- - De acuerdo, estoy
enviando al claustro tus calificaciones, la grúa viene en camino, ¿algo más?
- - Envía a la grúa una
petición de paquete Deliveroo de una limonada y una cajetilla de Marboro Air SuperFree.
- - Pedido aceptado,
estará aquí en menos de diez minutos. De retrasarse tendrás un masaje gratis
por parte del gruista.
Apagó el móvil
y miró al horizonte con una extraña sensación, añoranza de algo que había
existido hacía mucho tiempo. No sabía exactamente el qué. Believe sonaba de fondo.
En 2019, parecía que el ritmo del avance tecnológico no tendría fin. Y, en parte, no lo ha tenido: ahora, en 2030, casi todo lo que nos rodea en nuestra cotidianidad funciona de manera autónoma (desde los coches hasta los electrodomésticos). Sin embargo, las cosas no han cambiado tanto como uno podría esperar once años atrás. Y menos en la educación pública, aunque la privada no es que sea especialmente puntera en este sentido.
Desde que soy interino, me he movido por un sinfín de centros educativos y la verdad es que el panorama me recuerda mucho al que me encontré cuando realicé mis primeras prácticas. Eso de que cada alumno iba a tener un ordenador o una tableta sigue siendo un mito. Los libros de texto son un negocio tan rentable que ahí siguen, solo que con más dibujitos y menos texto. Ah, y bueno, lo de las pizarras electrónicas ya ni os cuento. Con suerte, cada aula tiene un proyector, un ordenador y altavoces.
Se hablaba mucho también de que la profesión docente iba a desaparecer, pues los robots acabarían suplantándonos en nuestro oficio. Menudo chiste. Eso me recuerda a las películas de los setenta que vaticinaban un principio del siglo XX con coches voladores y con guerras entre el ser humano y la máquina . El cyberpunk queda mejor en la ficción.
Así que estamos igual que antes, ni más ni menos. Hasta la ESO y el Bachillerato perviven sin cambios. Lo único reseñable del panorama actual es que los profesores estamos más coordinados y planteamos nuestras clases de otras maneras (por grupos, por proyectos, etc.). Imagino que tales tecnologías acabarán llegando, pero todavía falta mucho recorrido, y más cuando estas cosas dependen de la inversión pública. Y, bueno, ya lo sabemos: los asuntos políticos tienen su propio ritmo.
Fakenews y comprensión lectora en entornos multimodales
Recomendaciones para el alumnado de secundaria
en el desarrollo de la competencia lectora en Internet
¿Sabemos leer la prensa? ¿Y el alumnado de secundaria al que le impartimos clase? El periodismo ha sido considerado el cuarto poder en cualquier sociedad democrática pero nadie ha enseñado a las alumnas y los alumnos a leer informaciones periodísticas en Internet. ¿Estáis de acuerdo conmigo?
El objetivo de este trabajo es ofrecer una serie de recomendaciones para capacitar al alumnado de secundaria en la realización de una lectura digital crítica del contenido informativo presente en Internet. Frente al reciente fenómeno periodístico de las fakenews, se considera necesaria una alfabetización digital de alumnas y alumnos mediante el desarrollo de cuatro de las siete competencias que recoge el marco legal: lingüística, digital, aprender a aprender y social y cívica. Para ello, se ha recopilado un constructo teórico sobre nuevas formas de leer en red, el uso de las TIC/TAC entre las y los adolescentes así como esta realidad periodística, todo ello planteado desde la perspectiva pedagógica del pensamiento crítico. Asimismo, se ha tenido en cuenta la legislación sobre la que se asienta la asignatura de Lengua y Literatura dentro de la Educación Secundaria. Con el fin de preservar el derecho a la información presumible en todas las sociedades democráticas, esta propuesta pretende dotar al alumnado de las directrices necesarias para su correcta alfabetización digital en el desarrollo de una ciudadanía libre.
Una atmósfera opresiva y humeante marcada por los sintetizadores y las luces de neón decoran la escena. Roy Batty, el replicante que está a punto de morir, declama uno de los monólogos más célebres de la historia del cine. “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: Naves de ataque en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir” (Blade Runner, 1982).
Esperando no encontrar un escenario tan apocalíptico, ¿cómo se os ocurre que sería la Educación en 2030? Vamos a darle a la imaginación, para que perdure siempre, ahora y dentro de diez años.
Un error humano
Es un aula grande, un espacio amplio con diferentes áreas de trabajo, dos pizarras digitales y varios ordenadores, todo inundado por una hermosa luz que atraviesa los ventanales. En el extremo izquierdo del fondo de clase Ada Sin Hache balancea los brazos imitando a un péndulo. Según las leyes de la física, varios elementos de la misma forma pendiendo de hilos y cuya distancia no supera el medio centímetro pueden generar una línea de movimiento sinuoso prácticamente infinita. Ada Sin Hache, ahora mujerpéndulo,trabaja junto a otras compañeras y compañeros en el proyecto de Aquellos huracanesdurante este mes. Ella no es una entusiasta de la física, pero le apasionan los huracanes y mover su cuerpo siguiendo ese ritmo hipnótico. Concentrada en el girar y girar de bailarina, no se percata de que debe continuar la clase, pero Raquel, la profesora, la devuelve al mundo real:
-¡Ada, Ada! ¡Para ya que os toca exponer!
Ada Sin Hache frena y con una media sonrisa que se desdibuja entre el rubor y el mareo se esfuerza por activarse para prepararlo todo con su grupo.
En este proyecto, el grupo de Ada ha diseñado una página web en la que se explican las causas por las que se produce los huracanes y las consecuencias de estos desastres naturales. Con la ayuda de la profe de Tecnología, habían pensado en configurar un simulador para imaginar cómo son esas condiciones meteorológicas. La idea se le ocurrió a Guillermo como pistoletazo de salida de la presentación y la han desarrollado a través del nuevo sistema de simulación Andatúlaqueliamos8.0. Ada Sin Hache no estaba muy convencida así que propuso incluir después una explicación para contextualizar “bien bien”, así lo puntualizó, y que la clase no confundiera una divertida “experiencia huracán” con el peligro real que supone.
Hoy, por fin, lo comparten ante las compañeras y compañeros. Cada persona en su sitio, atenta para aprender, disfrutar y reflexionar. Todo está preparado. Guillermo acciona el sistema y empieza la exposición.
Un lejano gruñido del cielo, algunos latigazos de luz blanca, una suerte de brisa y apenas unas gotas de agua transforman el aula. Los rostros fascinados y expectantes cuando el ruido aumenta, la brisa ya es viento y la lluvia ha mojado algunas ropas. Risas, entusiasmo y algún aplauso contagian a toda la clase. La profesora Raquel está fascinada, Ada Sin Hache sonríe satisfecha y Guillermo se siente orgulloso ante el efecto causado. Objetivo conseguido. De modo que Guillermo ya puede pulsar el comando Stoppara que Ada contextualice. Y presiona, pero no para nada. Guillermo y su dedo otra vez insistente y con más fuerza: Stop, Stop. Nada. Su mirada aterrada en busca de ayuda se dirige a la profesora que, alertada, piensa “peligro”.
Ahora los truenos son feroces, la ventolera ya arrastra el escaso mobiliario y el torrente de agua está encharcando el suelo. Todos chillan y comienzan a levantarse mientras la profesora les indica que salgan del aula con precaución. Suena la alarma, se evacúa la clase y el personal técnico acude rápidamente para frenar el huracán que se ha desatado en el interior.
Todos fuera, a salvo y pasado el susto inicial, los ánimos se van calmando poco a poco. Mientras las técnicas lo solucionan, los compañeros de Ada respiran más tranquilos en el pasillo y varios profesores se han congregado frente a la puerta del aula junto a la profesora Raquel a la espera de una explicación.
Cuando sale la responsable técnica, Ada Sin Hache, ansiosa por conocer el motivo del desastre, se acerca disimuladamente y activa la antena para escuchar lo que les van a decir a los profesores.
-No se preocupen, ya está todo controlado. Verán, aunque no se lo crean, ha sido un error humano. El sistema de simulación Andatúlaqueliamos8.0debía de conectarse en modo automático o manual, y se dejó en automático por lo que era imposible pararlo en modo manual. Pero como ahora está todo automatizado, seguramente ni lo pensaron. De modo que…
Mientras las profesoras asienten atónitas, Ada Sin Hache se aleja, ya ha escuchado suficiente.
Un error humano… Nunca se lo habría podido imaginar. Año 2030, tecnología como parte esencial de la vida, casi incluso dominando muchos ámbitos, pero todo ha sido por un error humano. Entre tanto barullo, toca la música que indica el final de la jornada. Ada Sin Hache camina de vuelta a casa y concluye que por lo menos no ha sido necesaria su contextualización. Sus compañeras y compañeros han experimentado las consecuencias de un huracán, aunque haya sido, desafortunadamente, por un error humano.
Una hermosa mañana de primavera me encontraba mirando por la ventana de la clase, los árboles estaban floreciendo, pero de repente pensé en toda la semana de exámenes que se aproximaba y comencé a agobiarme y enchufé la tablet rápidamente para realizar ejercicios en la aplicación que nos había facilitado la profesora, no iba demasiado bien, pero conseguí hacer un par. A los cinco minutos, entró la profesora de lengua y literatura, la cuál nos dijo:
-Enchufad las tablets e id a la aplicación "sintaxeando" para repasar para el examen de mañana.
Todos le hicimos caso ya que estábamos muy nerviosos por la prueba final y de repente, mi tablet no daba señal, no podía entrar en la aplicación.
-Javi, ¿te funciona la aplicación?- le comenté a mi compañero que tenía al lado.
-No, he intentado entrar un par de veces y no me deja, no hay wifi- me dijo.
-Profesora, no nos funcionan las tablet, no hay wifi- le dijo mi compañero.
La profesora nos miró con cara de no me lo creo y me hizo una señal con el dedo para que le diera la tablet y verificar lo que le decíamos.
-¿Esto os pasa a todos?- preguntó la profesora.
-SI- dijimos todos.
-Pues si es así, mañana tenemos que hacer el examen igualmente aunque sea escrito- nos dijo.
Me puse nerviosa, nunca habíamos hecho un control ni de lengua ni de otra asignatura con un boli o como quisiera que se llamara eso, ¿sobreviviríamos sin la tecnología mañana?.
Tras los pitidos, el mecanismo se detiene marcando uno de los brazos en ángulo. Hay un silencio y un zumbido antes de que la conversación continúe.
-Profesor 38735-K, ¿cómo era la educación hace diez años? Internet quedó superada en 2025, y hace solo dos años se implantó la tecnología tubular transónica.
-E-so-es.Los-ordenadores-convencionales-fueron-sustituidos-por-droides-de-nueva-generación-de-la-serie-3000. Youtube-murió. Facebook-murió.Instagram-murió. Twitter-aún-resiste…
Otra vez el mecanismo se activa, las luces parpadean y se apagan.
-Profesor 38735-K, pero aún no entiendo cómo los alumnos usaban unos objetos alargados, con los que trazaban signos signos sobre el papel.
Suena una cadena que tira del servomotor, el cual articula sobre la articulación de titanio. Sopla con un ligero chirrido brevemente.
-Profesor 38735-K, ¿pero es verdad que cada alumno trazaba caracteres a mano?¿y que todos eran distintos según el pulso de quien lo escribiese? ¡Sería imposible entender esos caracteres!
-Profesor 38735-K, tranquilícese, debería apretar su prótesis del lóbulo frontal, para así evitar que el aumento de su tensión afecte a su actividad…
El profesor 38735-K sacude los brazos, tatuados en su cara interior con largas bandas de código de barras integrado. Agita todo su cuerpo, que tiembla de manera creciente, vibrátil, aleatoria.
Finalmente su mano tira por azar de uno de los cables de la unidad de potencia del alumno que le preguntaba, una de las 50 unidades 3000 a las que está adiestrando en esta clase-taller que huele a grasa y lubricante. El profesor 38735-K se echa las manos a la cabeza, y maquinalmente tantea los 3 chips injertados en sus antebrazos. Acciona el chip implantado en su lóbulo frontal.
