Sin duda alguna, El hobbit, de Tolkien. Esta obra siempre ha tenido un valor especial para mí. Cuando era pequeño, mi padre solía contármela, de vez en cuando, por las noches. Cuando tuve edad suficiente para leerla con profundidad, me apasionó y me introdujo al grandísimo universo del autor. La novela no solo tiene un argumento repleto de aventuras, sino, además, un gran mensaje: la codicia destruye a las personas (mensaje, por supuesto, muy recurrente en el escritor). Bilbo, Gandalf, los enanos, Smaug... todos son personajes entrañables.
¿Qué libro te gustaría leer, como si tuvieras la edad que lo leíste por primera vez?
Es probable que me repita más que el ajo, pero es que siento devoción por Tolkien. Me encantaría leer de nuevo El Señor de los Anillos. ¿Por qué? Porque creo que es la novela que más he disfrutado en mi vida. Si la precuela me introdujo en el mundo del escritor, esta me hizo sentir el verdadero placer de la lectura.
Además del argumento, me gusta especialmente su estilo, lleno de descripciones detalladas para conseguir que nos adentremos a la perfección en la Tierra Media.
¿Qué libro te gustaría recomendar a tu alumnado de Secundaria, recordando las lecturas cuando tú tenías esa edad?
Recomendaría cualquier novela de Tolkien, para qué engañarnos. Pero no, esta vez voy a seguir un poco más el canon. Recomendaría El árbol de la ciencia, de Pío Baroja. Es una obra dura, cierto; sin embargo, trata temas interesantes que dan para la reflexión. ¿Cuál es la respuesta de la vida? ¿Y su sentido? Son preguntas que uno se hace constantemente, pero en la adolescencia más todavía.
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