martes, 12 de marzo de 2019

Sin TIC no soy nada - Práctica 1

Como preludio de lo inmediato, aquello inevitable ante el avance de los tiempos, la primera asignatura con la que me topé en las aulas de periodismo contenía las siglas TIC. Si trato de recordar, durante aquellas sesiones se nos mostró la línea del tiempo que muy apropiadamente adoptaba la forma de un reloj. Al principio, la imprenta de Gutenberg en el siglo XV hacía avanzar la manecilla de las horas, poco a poco, poco a poco... Pero, en los últimos tiempos, se nos mostró que con la llegada de internet hasta el segundero se quedaba lento. Un reloj no era la mejor metáfora para comprender este caminar frenético que han supuesto las TIC en la actualidad.. Da un poco de miedo, tanta celeridad, tanto tanto que no nos de tiempo a mirar a la parra y degustar, digerir.

Huyendo de la polarización existencial, entre ser analógica o tecnológica, pienso en el equilibrio y acepto que sin TIC no soy nada. A continuación expongo las 10 TIC que empleo más frecuentemente y cómo forman parte de mi día a día, así como una reflexión sobre las mismas en las aulas de secundaria. Allá vamos 😄:

                   



1. Word - pluma y tinta

 Antes incluso de que llegara la conexión a internet a casa de mis padres, ya redactaba algunos trabajos en esta herramienta. Para mí, es casi casi como el folio del siglo XXI, indispensable. Lo utilizo con un carácter más formal con la redacción de cualquier documento, pero confieso que a veces es como una extensión de mi escritura. Más de una vez, textos manuscritos los he redactado previamente con word y luego los he pasado a mano cuando quería dotarlos de cierta calidez y personalidad más allá de las letras.

Escribir a mano es un poco la resistencia.


2. Google – dondecabetodotodotodo

Este señor lo sabe prácticamente todo, es el gran rastreator de la era digital. El buscador de buscadores últimamente me ha enseñado desde a introducir elementos en un documento de word hasta a cómo mejorar la cebolla caramelizada. Siempre me pregunto cómo sería antes el proceso de investigación o de búsqueda de información antes de que existiera. Para casi todas las cuestiones prácticas de mi día a día que desconozco y nadie me puede resolver, recurro a él. Hablar más al respecto, sería redundar sobre la misma idea.

  Preguntar cómo hacer las lentejas a una abuela/padre/amigo/vecina es un poco la resistencia.





3. Diccionarios en línea - Amar wordreference

En la pasión por las palabras, los diccionarios en línea han facilitado muchísimo la tarea para encontrar significados, resolver dudas o hallar aquella palabra cuyo significado sea el más preciso posible para nombrar lo que deseas. El diccionario de la RAE es la primera herramienta que empleo cuando desconozco una palabra. Sin embargo, debo confesar que soy una obsesa de los sinónimos. Me encantan, me pirran, me fascinan, y wordreference es mi referente, valga el juego de palabras. Además de ser el gran aliado en el estudio del inglés, lo tengo casi siempre abierto cuando escribo un texto y busco la palabra precisa, perfecta, ésa.

El María Moliner que entró en casa como regalo de Reyes es un poco la resistencia. 



4. Facebook – uncuartocompartido

Creo que durante mucho tiempo era la primera ventana del servidor que abría en mi pc. Lo concibo como un espacio a través del cual accedo a muchos contenidos que me interesan. Leo la prensa a través de facebook, encuentro eventos, interactúo con amistades sobre intereses comunes, formo parte de grupos...En mi breve experiencia como periodista, ha sido una herramienta muy útil profesionalmente porque te permite acceder a fuentes que no tienen una repercusión mediática tan fuerte pero que realizan trabajo social o comunitario a menor escala y que, además, son más accesibles. Me encanta.

  Los clubes de lectura con identidades tangibles (miradas, muecas y voces) son la resistencia.

   



5. Whatsapp – No te vayas, mamá

 Con Dios me acuesto, con Dios me levanto...Sería el resumen de mi relación con whatsapp. Me parece una locura lo que voy a decir, pero es verdad, lo he sentido como un salvavidas en algunos momentos de mi vida donde largas distancias me separaban de mi gente. Las nuevas tecnologías tienen ese gran don de que los lazos permanezcan a pesar de los kilómetros. Sólo le pongo una pega, combina la parte profesional con la personal y en muchas ocasiones me gustaría mantener algunos grupos bloqueados para seguir teniendo conversaciones con mis amistades. Sin embargo, me quedo con esta aplicación por encima de todas por su capacidad de salvar distancias.

Quedar a cervecear sin dispositivos móviles es la resistencia.




  6. Drive - A currar

Trabajar al mismo tiempo con gente que está a miles de kilómetros... ¿Qué puede haber más útil, cómodo y necesario para tejer redes de trabajo compartido? Una vez realicé un proceso de selección para un trabajo con personas que estábamos en países diferentes. Nos dieron los correos y nos encomendaron una tarea que tendría que estar hecha cuando nos encontráramos quince días después. ¡Bendito drive (y también skype)! Actualmente lo empleo en grupos de trabajo en la universidad y en un club de lectura. Es un espacio más personal que nos permite compartir información y trabajar sobre la misma si quisiéramos.

Las reuniones de trabajo son la resistencia.


 7. Twitter - Me ha dicho un pajarito

En primero de periodismo me dijeron algo así como: "si no tienes twitter, no eres nadie". Me lo abrí y no me gustaría buscar aquellos primeros tuits en los que daba rienda suelta a tonterías y cualquier noticia que se me cruzara, pero ahora lo retomo como una ventana en la que acceder a mucho contenido y muy diverso. Su carácter más abierto me parece fascinante porque permite seguir a tantísimos perfiles que vayan más acorde contigo o no, te proporcionan información, reflexión, humor...

El patio de vecinas es la resistencia.



 8. Telegram – Que nos representen

Durante los últimos meses, he utilizado mucho telegram para crear redes de contacto inmediatas, que permanecían con un carácter más alejado que whatsapp, así como más seguras. No es una herramienta muy frecuente en mi día a día pero me parece muy útil para la organización social, aquello que por mayo de 2011 logró sacar a tantas personas a las calles a través ya de las redes sociales.

Las plazas son la resistencia. 


9. Ivoox – Va usted a poner la guillotina

Esta aplicación es la repanocha. En mi casa siempre se ha escuchado la radio. De forma automática, se encendía por la mañana, pero realmente siempre recuerdo las mismas emisoras y con los mismos programas (por una cuestión horaria también). Pero ahora puedo escuchar los programas que quiero, cuando quiero y donde quiero. Internet también ha ofrecido la oportunidad de los crowdfounding y de poder escuchar programas a los que muchas emisoras no habrían dado espacio en sus estudios. Bendito ivoox también con su CarneCruda alegrándonos la vida, compartiendo excelente contenido y alimentando nuestras conciencias. En el vídeo de youtube la excelente intro del programa con un extracto de la película El maestro de esgrima (1992).

Radio María sonando en la radio del coche mientras cruzas los Pirineos es la mayor resistencia (y santidad divina). 




10. Equilibrio – Los grises

Siempre me he definido como una persona analógica y que ejercía la resistencia de forma continua a las tecnologías. Pero no soy tan analógica y las TIC han sido una herramienta valiosísima en muchos ámbitos de mi vida. Soy consciente de su enorme potencial, de la capacidad para crear redes globales de personas, y de que también es la gran resistencia, porque permite crear muchos espacios y compartir. Sí, “compartir” y “resistencia” son las palabras que más he pensado y escrito en este texto. El equilibrio, por tanto, entre el avance frenético y el caminar lento, entre ese aluvión informativo y el separar el grano de la paja (ojo con la sobreinformación y desinformación) y entre las herramientas tecnológicas y las más, digamos, orgánicas. Recurro a la filosofía aristotélica para llamar al punto medio, a la virtud y permanecer con alguito, todavía, un poco solamente, pellizquito, casi ná de resistencia.


Pero, y en educación... 

Me parecería un completo sinsentido ignorar la presencia de las TIC en el ámbito educativo. La generación de adolescentes que ocupan las aulas de secundaria es nativa digital, incluso es muy probable que algunas de ellas y ellos tuvieran contacto con un dispositivo electrónico antes que con un libro. Por ello, creo que es imprescindible incorporar en la Didáctica de la Lengua y la Literatura (DLL) estos nuevos elementos más allá de la formalidad de los currículum.
La sociedad está expuesta a un volumen de estímulos a veces desmedido, los ritmos han cambiado y las y los adolescentes viven imbuidos en la aceleración (un vídeo de youtube y otro y otro y otro...)  por lo que los niveles de concentración han cambiado con respecto a unas generaciones anteriores. Para revertir ese desinterés y falta de motivación, el cuerpo docente debe de conectar con ellos y las TIC son herramientas con gran potencial. Como he comentado previamente, el equilibrio es la clave para fomentar el estudio de la materia con la presencia de las tecnologías.
Creo que debemos adoptar el perfil de guía, y que el camino consistiría en una educación que combine aspectos más clásicos (manuscritos, lectura en papel) con otros más innovadores (TIC). Ejemplos de ello he visto con mi reciente regreso a Twitter. Interesantes iniciativas muestran cómo es posible y muy enriquecedor tender puentes entre la sociedad, las TIC y la educación. ¡Bravo por la excelente labor de ese profesorado comprometido! Así que a seguir, explorar y mejorar los nuevos caminos que las TIC nos abren.




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